miércoles, 29 de julio de 2015

Bulos...

Que no, que los adorables y simpáticos Minions no están inspirados en ningún experimento de los nazis, ni son niños secuestrados por Gru. Este es solo uno de los muchos bulos (también llamados hoax), que circulan a la velocidad de la luz por las redes, sembrando el pánico a veces, entre los usuarios más inocentes.

La de los Minions es una de las más recientes leyendas urbanas que, aun desmentidas, muchos acaban creyendo, difundiéndolas a su vez entre sus contactos y seguidores y llegando a formarse en ocasiones, una gran bola de nieve difícil de destruir. Aunque los bulos no son nada nuevo, las redes sociales propician especialmente la viralidad de estos mitos, siendo Facebook y Whatsapp dos de los canales más utilizados por la gente para propagar este tipo de rumores

Muchas veces los bulos, más que bulos, son fraudes. Cada cierto tiempo aparecen las tarjetas de 500€ que sortea Zara, si previamente entras en una página (que evidentemente no es la de Zara), te haces seguidor y dejas tus datos. La tarjeta regalo nunca la verás, pero alguien ya tendrá información sobre tí, para (en el mejor de los casos), bombardearte con spam. Y quien dice una tarjeta regalo, dice un Iphone.
No es la primera vez que las empresas tienen que lanzar comunicados, para desmentir este tipo de informaciones. La imagen de la empresa puede verse afectada y suscitar mucha desconfianza entre sus clientes, especialmente cuando el hoax se refiere, por ejemplo, a la salubridad de determinados productos, como ha pasado con cremas o especias de Mercadona o algunos yogures de Danone, incluso a entidades bancarias que te piden supuestamente datos y contraseñas para no bloquearte las cuentas.

Otras veces el fake es una imagen o vídeo, adecuadamente manipulado, para impresionar a quien lo ve, como fue el caso de la araña saliendo del oído de un chico.
Más graves son los casos de aquellos maliciosos que lanzan imágenes de supuestos niños enfermos (o animales), pidiendo ayuda para su curación, aprovechándose de la buena voluntad de los internautas.
En otras ocasiones, directamente se mata a alguien, como ocurrió con la supuesta muerte de la diseñadora Carolina Herrera (cosa que ya pasó con Miguel Bosé hace años).

Los hoax no citan nunca ninguna fuente, salvo el típico conozco a alguien que conoce a alguien que le pasó, incluso muchas veces los textos aparecen con faltas de ortografía. Para evitar ser víctimas de todas estas leyendas urbanas, lo mejor es informarse a través de los principales medios de comunicación. Si véis algo por ahí que no aparece publicado en los medios conocidos y fiables, desconfiad (aunque también es cierto que a veces a alguno se la han colado).Y muy importante, no continuar con la cadena.

Siento deciros que Walt Disney no está congelado, la Gran Muralla China no se ve desde el espacio, la numeración de los envases de leche no corresponde a las veces que, supuestamente, ha sido reciclada, en Primark no secuestran niños, Ricky Martin jamás tuvo un incidente sorpresa con una niña, su perro y un tarro de mermelada y Marilyn Manson no es Paul el de Aquellos maravillosos años. 

P.D. Un saludo a la chica de la curva! :P
 

viernes, 24 de julio de 2015

Empresas en las redes...

Con el auge de las redes sociales, son muchas las empresas que se han lanzado a abrir perfiles en ellas. Una herramienta que, a priori, es útil para aproximarse a sus clientes (o potenciales clientes) y promocionar sus productos y servicios, puede convertirse en un auténtico quebradero de cabeza, si no se gestiona de forma adecuada.

Como usuaria habitual de las principales redes, cada día me encuentro con cuentas abandonadas, con muy poca actividad o que no interaccionan con sus seguidores (clientes en muchos casos), dando una imagen de dejadez, poco seria y poco profesional, sobre todo si, además la empresa no resuelve las crisis que pueden surgir por comentarios o tuits de usuarios descontentos, o por algún troll (usuario que se dedica a publicar comentarios negativos, con el fin de generar mal ambiente o desconfianza entre una comunidad de usuarios).

El querer estar presente en todas las redes sociales, hace que muchas veces resulte imposible mantener un perfil actualizado y acaban por abandonar las cuentas al cabo de un tiempo.
Cada red tiene unos usuarios con unas característica concretas y conociéndolos, la empresa puede establecer su estrategia y abrir su perfil allí donde se encuentren sus potenciales clientes.

La redes pueden convertirse en una buena herramienta de atención al cliente. Dan la posibilidad de responder a sus dudas o quejas de manera rápida y eficaz, haciendo que la empresa se cree y/o mantenga una buena reputación y a sus clientes satisfechos, consiguiendo una relación de fidelidad y una interacción fluida y constante con ellos. Precisamente, en muchos casos, son las empresas más pequeñas las que mejor gestionan sus perfiles. Mantienen sus cuentas actualizadas, responden a las dudas de sus seguidores, les piden opinión sobre alguno de sus productos o agradecen sus menciones. Establecen pues, una relación natural y continuada con sus followers.

Esto, lógicamente, requiere lo primero dedicación, pero también rapidez y ciertas habilidades. Una mala gestión supone seguidores descontentos, que en el mejor de los casos, dejarán de seguir a esa empresa y en el peor, lo perderán como cliente.

martes, 21 de julio de 2015

Cuenta hasta diez...y escribe...

Hasta diez...o hasta cien, si es necesario. Últimamente vamos a polémica por día, por tuits o comentarios ofensivos en las redes sociales, a cargo de políticos y otros personajes públicos.
Insultos, apuntes inadecuados, o frases fuera de tono y de lugar, fruto muchas veces de un calentón momentáneo, o hechos con toda la intención del mundo, sin pararse a pensar en las consecuencias (jurídicas, políticas, personales, etc..) que pueden tener para quien lo escribe.

Y es que algunas personas (anónimas, públicas o incluso empresas) hacen un pésimo uso de las redes sociales. Éstas son hemerotecas en toda regla y como tal, una gran archivo a disposición de millones de personas e instituciones. El problema es que muchos no son conscientes de esto, creyendo que sus comentarios quedan en un círculo cerrado, como quedarían si los hiciesen en un bar. Y no es así.

Hay quien se escuda en un perfil falso o poco claro, sin una foto o un nombre reales, y aprovecha para insultar a todo aquel que no le cae bien o con el que no está de acuerdo. Muchos periodistas, artistas o políticos son blanco de los improperios de aquellos que carecen de buenos recursos intelectuales, para debatir u opinar sobre cualquier tema. Y encima pretenden llamarlo libertad de expresión. No, no nos confundamos. La libertad de expresión consiste en ser capaz de criticar de forma constructiva, debatir, opinar o contradecir a alguien, con recursos y desde el respeto. Y esto no está al alcance de cualquiera.

La cosa se torna aún más grave cuando  son los políticos o personas con cargos públicos los que recurren a la ofensa y el insulto. Muchos no se dan cuenta de que, en cuestión de segundos, sus comentarios pueden dar la vuelta al mundo, y de poco sirve que luego los borren. El comentario ya se habrá retuiteado o compartido a la velocidad del rayo. Y ellos se habrán autorretratado a la misma velocidad.

No perdamos ni las formas, ni la educación, ni el buen gusto...cuenta hasta diez (como minimo)...y luego escribe.



viernes, 10 de julio de 2015

Lavados de cara...

Después de unos meses de reflexión y un pequeño lavado de cara, abro de nuevo el Cuaderno de Espiral.

En mi afán por comentar algunos de los temas de actualidad en los medios de comunicación y redes sociales, tengo que dedicar este post al nuevo logo que el PP presentaba ayer. Otro lavado de cara más, sin jabón y casi sin agua, que el partido quiere dar antes de las próximas elecciones.

Su nuevo responsable de comunicación, aparecía orgulloso y lo describía como diáfano, moderno, más centrado, (pero solo el logo, no?), minimalista y en la línea de Apple (en la línea de Apple, dónde?)... Los comentarios, opiniones y memes (contenidos que se producen para internet y se reproducen de forma viral, la mayoría de las veces de corte humorístico) no tardaron en aparecer en las redes sociales...como era de esperar. Incluso el hashtag #LogoPP se convirtió en trending topic.
Algunos ven en el nuevo diseño, el círculo de Podemos engullendo las dos "P´s", hay quien ha descubierto las cejas de ZP en la forma de la gaviota, y a ésta enjaulada en el círculo y otros directamente han transformado dicho círculo en un cuadrado para convertirlo en un sobre...

En todo caso, ojalá su problema fuese el logo!. Este lavado de cara (sin jabón y casi sin agua) al que me refería al principio, no es suficiente, ni siquiera para algunos miembros del propio partido. Se necesitaría un buen estropajo de alambre, lejía y mucha agua caliente, para eliminar toda la suciedad acumulada en su seno durante años, cual cocinas de Chicote y un buen arquitecto capaz de llevar a cabo una remodelación sin miedo. Es decir, lo que sería una renovación de verdad y a fondo y que ven fundamental tanto sus propios votantes, como los más alejados de su ideología.

Nos espera un período apasionante hasta la próxima cita con las urnas. Nuevos partidos, renovaciones en los ya existentes, formaciones que desaparecen, otros se reorganizan, algunos se van...una amalgama de siglas que tendremos que ir desgranando y analizando con detenimiento, mirando con lupa también a aquellas que, surgiendo como adalides de la transparencia y el buen hacer, empiezan a caer en contradicciones . Algunos ciudadanos seguramente ya tendrán claro su voto, otros aún reflexionarán mucho hasta entonces, pero viendo los resultados de las pasadas elecciones municipales y autonómicas, es casi seguro que el parlamento se teñirá de múltiples colores a partir de noviembre, abriéndose así una nueva legislatura de pactos, consensos y sobre todo (esperemos) más diálogo.