jueves, 4 de julio de 2013

Socorro!!...nos vamos de boda..

Que te inviten a una boda, no siempre es motivo de alegría...de hecho casi siempre es un marrón...pero que te inviten en tiempos de crisis, ya es para infartar...y no os cuento si encima tienes más de una el mismo año...en ese caso, toca valorar los lazos que te unen a la pareja...y si puedes no acudir a alguna de ellas, casi mejor...
Ropa, zapatos, bolso, peluquería y regalo...un dineral...si encima el evento es en un sitio distinto al que vives, súmale la gasolina y el alojamiento...y si además, eres amiguit@ del alma de los novios, añade la despedida de solter@...

Si hay suerte, puedes arreglar el tema de la ropa con algo que tengas de otra boda reciente, de un bautizo, de una comunión o incluso de la nochevieja pasada...también está bien aprovechar las rebajas para comprar lo que necesites y si eres habilidos@ con el secador, puedes peinarte tú (es lo que yo hago desde hace unos años, cansada de pagar un pastizal por un simple moño).

Pero de lo del regalo a los felices novios, no te libra ni el tato....acabo de leer en el Huffintong Post un artículo, en el que una novia cabreada, le recriminó a una de sus invitadas la escasa cantidad de dinero que le había regalado...el colmo!!. Las filigranas que has tenido que hacer desde el momento en el que recibes la invitación, ahorrando como puedes, para cubrir todos los gastos que supone el evento en cuestión.

Es cierto que, cada vez son más las parejas que deciden casarse, simplemente con la compañía de sus familiares más cercanos y sin organizar ninguna fiesta, porque saben que supondría un compromiso para sus posibles invitados...otros, conscientes de que las economías no están muy boyantes, organizan una pequeña fiesta para los más allegados. Sin embargo, sigue habiendo muchas parejas que plantean su boda como un auténtico negocio, sin escatimar en gastos, porque esperan sacar por lo menos para pagarlo todo y algo más. Este debió de ser el caso de la chica del artículo que mencionaba antes. Organizó un macrobodorrio, cientos de invitados y exigiendo (según parece) una cantidad de dinero que al menos cubriese el menú...sin pensar en que a esa amiga a la que echa en cara la escasez de su regalo, le cuesta un mundo llegar a fin de mes y ha tenido que hacer un esfuerzo extra para dar lo que buenamente le ha permitido su economía.

Otra cosa es que seas la hija de Josemari...ahí ya cambia la cosa (jeje)...y tiras la casa por la ventana (del Escorial), porque sabes que para tus ilustres invitados, un regalo de 30.000€ es poco menos que calderilla...

Hay estadísticas (como los datos anuales que ofrece el ine), que confirman que dos de cada tres bodas acaban en divorcio....la verdad es que a algunas parejas ya se les ve a leguas, que lo suyo va a durar menos que un caramelo a la puerta de un colegio...así que, te gastas la pasta en el bodorrio, aguantas todo el banquete los gritos de "que se besen, que se besen" y maldices el momento en el que decidiste ponerte unos tacones infernales, a pesar de saber que muy posiblemente, la fiesta del amor acabe como el rosario de la aurora. Menos mal que, para contrarrestrar tal cúmulo de negatividades, existe algo que siempre lo compensa todo: la barra libre.
Viva los novios!!! :)







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